Gracias a Christine Bavassa. Para Sandra. Su retiro no estuvo marcado por mala gestión, por corrupción o decisiones erróneas en su departamento, sino por mentir; John Profumo negó al Parlamento una cosa que era cierta: que había mantenido relaciones sexuales con una prostituta de lujo que, entre su distinguida clientela, contaba también al agregado naval de la Embajada de la Unión Soviética. Lo que tumbó la trayectoria de Douglas Stringfellow fue lo contrario: el conocer que su currículum estaba fundamentado en un colosal engaño. Ya en nuestros tiempos, un individuo llamado Oded Golan hizo circular por Israel una tabla que permitía verificar la existencia, e incluso localizar, el Templo de Salomón. Tras dos años de pesquisas, se reveló que se trataba de una artística falsificación y el émulo de Indiana Jones acabó detenido. Y es que la historia es un organismo vivo que es atacado con mucha frecuencia por el virus de la mentira. Pero es una dolencia que es bueno conocer, y para empezar a tratar las mentiras de la historia lo mejor es acudir a la bibliografía, a definir el microbio en sí y sus síntomas.