Como la mayoría de los que estudian la Biblia saben, Pedro y Pablo no siempre estuvieron de acuerdo entre sí, en cuanto a los métodos para comunicar el evangelio. Es posible que estemos un poco confundidos por la compleja serie de frases que Pablo entrelaza en esta extensa oración, pero observa lo que dice. No cabe duda del significado de sus palabras. De alguna manera, Pablo se las arregla para abordar la mayoría de las importantes doctrinas sobre el estilo de vida cristiano, que deberían caracterizar a la verdadera iglesia de hoy.
Tu respiración es una sumisa Melodías que velan mis oídos Mientras tus gachas se pierden En el tiempo. Quiero sentir tus gemidos embarcado En el deseo… En una noche de lujuria y pasión sin Temor a carencia, emborracharnos con El dulce sabor de la delectación. Quiero explorar tu badana y recorrer con El retoño de mis dedos… Todo tu cuerpo desde el principio hasta El final de un dulce y bello orgasmos. Despertarte en mi ese deseo de besarte y acariciarte a escondida y arrepentirse tu piel que es tan suave como terciopelo.
El cuidado. De su cuerpo es su menstruación de riqueza, todo para que disfrutéis con su bienoliente excoriación. Déjate abrigar. O recorre con tus manos los moldeados cuerpos Son masajes congruo estimulantes, íntimos y intensos.