Tengo 25 años. En cuanto a mis padres: mi madre se llama Ana, tiene 42 años y trabaja como estilista. Con respecto a mi padre, él nos abandonó cuando yo tenía 5 años. Pero bueno, vamos a comenzar con esta real historia de incesto que sucedió el año pasado mientras mi madre y yo nos fuimos de vacaciones. Sin embargo, en unas semanas comenzaban mi vacaciones, y pues decidí regresar a México.
Joel había alcanzado ya los veinticuatro abriles y se encontraba trabajando. Su galán la había convencido para ponerse a vivir juntos, habiendo alquilado una apartamento en el centro de la localidad y bastante cerca del domicilio de los padres de su novio. Ella evitaba no quedarse embarazada antes de tiempo, por ello siempre estaba en peligro constante, ya que a veces Joel se ponía tan excitado que no esperaba ni a colocarse el condón. Normalmente cuando acudía al Liceo la llevaba Joel en su auto, y luego pasaba a recogerla para almorzar juntos, ya que había una cierta distancia hasta el apartamento adonde residían. Ella se llevaba muy perfectamente con la madre de Joel, una mujer bastante sencilla, de unos cincuenta y cinco años, con la que desde el principio congeniaron bastante perfectamente.
El negocio de la prostitución se ha disparado con la crisis económica. Especialmente delicado es el caso de los jóvenes que venden su cuerpo para salir adelante. Hay que tener una formación», dice. Concha Borrell repite esa frase una y otra vez en sus clases de prostitución. Sus alumnas son seis chicas que quieren anatomía prostitutas. La lección empieza a primera hora de la mañana en un aula que Concha ha alquilado en el centro de Barcelona. Esta catalana de 42 años es terapeuta venéreo y prostituta desde hace ocho abriles. Las alumnas que van entrando al aula son chicas jóvenes, demasiado en algunos casos, con la experiencia con los hombres que una recién cumplida mayoría de edad te puede dar.
Mi familia la componíamos mi madre Angela de 48 años, mi hermano Joel se pronuncia Yoelde 18 y yo Andrea de Eso hizo que toda su vida, toda nuestra vida fuese en cierto modo condicionada por mi hermano. Mi madre nos crió a los dos y luchó como creo que lo haría cualquier madre, aun que nuestra edad y cierta hábito se instaló entre nosotros y empezamos a llevar una vida muy cercana a lo habitual en una comunidad. Mi madre estaba muy involucrada en su trabajo de ejecutiva de una empresa de telefonía, mi hermano ya con esa pequeña deficiencia era autónomo, aunque iba a clases especiales y yo bueno, iba a la facultad, no tenía problemas con mi biografía de ingeniería en gestión empresarial, con lo que mi madre estaba tranquila y no me impedía hacer mi vida fuera de casa sin dar muchas explicaciones aun siendo extraño que tuviese poca vida social. Tengo que reconocer que mi madre era una mujer muy guapa y con un cuerpo muy bonito. Joel, Joel época el mimado de la casa, el ojito derecho de mi madre y su talón de Aquiles. Pero desde que empezó a ir a ese colegio que le recomendaron a mi madre, Joel mejoró, mejoraba día a día y ya no era tan dependiente aunque todavía necesitaba ayuda.
La historia que estoy a punto de contarte realmente sucedió. Acabo de evolucionar nombres y lugares. Mi primer nombradía es Michael, pero mi apellido no es Wilson. Si un determinado ganadero supiera de mí, probablemente sería aporreado, mi cuerpo se fue a los buitres. Viví con mi madre y mi padre en un pequeño pueblo de Kansas. Todos los veranos desde que tenía diez años, pasé los veranos con mi tía Barb y mi tío Bill, trabajando en su granja. Tienen una pequeña operación lechera, junto con campos de maíz, heno y avena. Tienen una hija, una flaca de siete años. Me gustaba quedarme con ellos, mi tía y mi tío siempre hacían bromas y me hacían bromas.