Pero hay soluciones para que la balanza se iguale Al menos no si no sabes qué teclas debes tocar para que todo fluya en menos tiempo de una manera adecuada. Aunque muchos hombres no lo crean, no, no es cierto que las mujeres necesiten largas sesiones de sexo para poder alcanzar el clímax. La lubricación vaginal no es infinita y, en ocasiones, el acto puede transformarse en algo incómodo y desagradable.
Una experta nos ofrece algunas pistas La cara lo dice todo. El gran peligro de no decir la realidad sobre tus relaciones sexuales Héctor G. Prepara la escena Muchas mujeres aseveran que la posibilidad de tener un orgasmo con su amante depende en buena medida de cómo se sientan emocionalmente. El estrés y la nervios pueden aniquilar el deleite femenino, por ello, la colaboración de la galán aparece como una cuestión clave. Todo ello posibilita que ellas se puedan concentrar mucho mejor en su genuino placer. Tales expectativas añaden otro gregario que permite que el rollo se pueda acabar cortando: la frustración que despierta que no se alcance el orgasmo con la facilidad deseada.
Es innata. Ahora, piensa. Como cualquier otro tipo de energía, la sexual no es una energía infinita. Por eso debemos aprender tanto a cultivarla como a gestionarla a nuestro favor. La energía sexual se acumula en los genitales, puede expandirse por todo el cuerpo y las tradiciones orientales da igual si hablamos de Tao o de Tantra enfatizan mucho su importancia en la vida. Sin embargo, afirman que, cuando la cultivamos y la sublimamos la elevamos hacia los chakras superiorespodemos conseguir cualquier cosa que queramos. El Tao dice que, para generar semen, cada uno de los órganos del cuerpo da sus mejores células. Y es algo muy lógico. Fíjate en que, cuando este líquido se junta con el óvulo de una mujer, puede generar una nueva biografía humana.