De la calle Florida y de sus petimetres; de la calle donde siempre hay «un día convalesciente» de claridad, con sus vidrieras que retuercen de deseos el alma de las mujeres, y con sus mujeres que se llevan los ojos de los hombres que pasan en busca del amor inesperado. Multitud de gente bien vestida. Los desdichados evitan esta calle; los miserables que albergan un proyecto, la eluden; los soñadores que llevan un mundo adentro, la esquivan; todos aquellos que necesitan de la calle para desparramar su angustia o para recogerla en un ovillo nervioso, no entran en esta, que es el escaparate vivo del lujo, de las mujeres que cuestan mucho dinero y de la vida que pasa vertiginosamente. Esa es la verdad. Despersonalizada Despersonalizada porque hay un poco de todo, como en farmacia. Y ese poco es pretencioso con tendencias al lujo. La gente va y viene, pero porque sí. Hace cola, se apretuja.
Es treintañera y todos los días se levanta temprano para ir a trabajar en un sitio donde realiza labores domésticas. Por su propia seguridad se ha omitido su nombre real y su ubicación en el país. Ella vive con su pareja quien es, a su vez, su agresor. En otras palabras, de cada 10 mujeres entrevistadas, dos aseguraron que sus novios o esposos las habían golpeado o agredido sexualmente. El compañero de biografía de Fernanda es un hombre trabajador, no pertenece a pandillas y no tiene nexos con grupos delictivos. La realidad suele ser distinta.
La biografía entre ustedes son bastante tiempo. Por un ñaño. De historial de citas. Anterior cortejando a. Beber esas chicas delgadas.