Ha es que José era muy celoso demasiado. Hace unos diez años tuve a seis amantes con los que me veía y se me estaba complicando la cosa y decidí bajarle. Me mira y me pregunta. Ambas nos reímos. Nos volvimos a reír. Samantha toma un sorbo de agua. Ha eso es delicioso, Una vez lo hice en la cocina de la casa, no fue rapidito ni nada duramos casi una hora y mi esposo ni se dio cuenta, Fueron tres orgasmos gloriosos. La reunión termino y salimos un grupo grande a celebrar a una taberna. Tomamos, bailamos y charlamos muy animadamente.
Ignacio es banquero y acaba de guardar treinta y cinco años. Se casó hace nueve con Zoe, no tienen hijos y viven en una apartamento muy bonita en los suburbios. Dispone de suficiente dinero para pagar sus caprichos y los de ella. Trabaja duro: sale de casa muy matutino, cuando Zoe duerme, y suele tornar de noche. En realidad, le gusta estar en el banco y multiplicar su dinero. A Gonzalo no le interesa trabajar en el banco, porque es pintor, como su madre, que también pinta pero, a diferencia de él, nunca vendió un cuadro. Zoe es el gran amor de Ignacio.
Y es que, si no tienes ganas de notar miembros viriles en tu viril esfínter, obviamente, la cosa no va a funcionar. O al aparte, probar una vez. Para que no digan que no lo has axiomático todo en esta vida. Si el conjuro lo haces mientras escuchas un single de Madonna al revés y te bebes la sangre de encogido vírgenes, tiene el doble de eficacia. No sólo para la penetración rectal, claro, también para tu vida cotidiana.