El negocio de la prostitución se ha disparado con la crisis económica. Especialmente delicado es el caso de los jóvenes que venden su cuerpo para salir adelante. Hay que tener una formación», dice. Concha Borrell repite esa frase una y otra vez en sus clases de prostitución. Sus alumnas son seis chicas que quieren ser prostitutas. La lección empieza a primera hora de la mañana en un aula que Concha ha alquilado en el centro de Barcelona. Esta catalana de 42 años es terapeuta sexual y prostituta desde hace ocho años. Las alumnas que van entrando al aula son chicas jóvenes, demasiado en algunos casos, con la experiencia con los hombres que una recién cumplida mayoría de edad te puede dar.
Fachada Entre los miles de clientes que cada mes contratan los servicios de mujeres que se dedican al enriquecedor, y para algunos denigrante, negocio de la prostitución se camuflan hombres que dejan de verlas como un único objeto. Hacen de lado el amor y se enamoran. Me han traído rosas, chocolates y hasta ropa afectividad. Eso sin contar con la dificultad que tienen varios de ellos para reconocerlo. Lo que no deja de sorprender es que cerca de la mitad de los amorosos 37,8 por ciento son hombres casados. Esa condición, a la hora de hablar de amor, cuenta. Riesgo afectivo, latente Y si los clientes entregan el afectividad, ellas también. Para algunas, solo se trata de un embuste.
Intenté ligar a través de varios populares sitios de citas, pero no tuve éxito. Así que para satisfacer mis necesidades físicas, me pase a las prostitutas Tony Calvin noes norirlandés, estrella estadounidense, pero ha decidido dar la cara por los clientes de lenocinio que, asegura, sufren una criminalización injusta. Su nombre no es real, estrella unpseudónimo que ha utilizado un ingeniero de Silicon Valleypara dirigirse a los lectores de la revista Salon, en la que ha compartido su actitud sobre la prostitución. Al igual que la sociedad se avergüenza de las trabajadoras sexuales, el estigma hacia el cliente regular también es fuerte. El ingeniero explica que tuvo una novia hace 20 años y falleció. Desde entonces, puso todas sus energías en el trabajo. Fueron los años del bombazo de las punto com y, aunque por aquel entonces la faja estaba repleta de mujeres solteras, Calvin reconoce que en vez de agenciárselas el amor, buscó el éxito. Cuando encontraba una prostituta que le gustaba, dejaba de visitar al resto.