Ella lo sabía y traía la escusa preparada, le ha presentado como un compañero de trabajo y que la había acompañado porque tenían que ir a cenar con unos clientes que vienen de fuera. Mi hijo se lo ha creído ya que ella por su trabajo suele tener cenas y comidas con clientes. Después de un rato mi hijo se ha marchado con los amigos y nos hemos quedado el y yo tomando una copa mientras mi mujer se preparaba en el piso de arriba. Nada mas quedarnos solos a Javier que hasta el momento se había comportado normalmente al quedarnos solos le ha salido el macho alfa. Cuando ella a bajado arreglada estaba preciosa, radiante y con una sonrisa la boca sensual y maliciosa. Ella se ha apiadado un poco y me ha dicho, me va a llevar a cenar y después nos vamos a tomar una copa a Fussión o a Encuentros para los que no lo sepan son dos locales liberales de Madrid y después a su casa para rematar la noche, no me esperes levantado. Javier mientras ella me lo contaba la besaba en el cuello y la metía la mano por debajo de la falda, lo que la producía que hablara con voz temblorosa. Antes de metérsela en la boca me ha tirado un besito dulce al tiempo que con la mano me ensañaba el anillo de casada y que al final el gesto ha terminado haciéndome los cuernos con la mano.
Lo primero que sentí al ver a Lorena fue una rabia infinita. Bravo, no, mentira, eso fue lo bis. Viendo como sus firmes pechos tensaban la tela de su camisa cada vez que se movía a dejar la taza sobre la mesita. No eran muy grandes, pero si firmes, con unos puntiagudos pezones que se marcaban perfectamente en la tela a pesar de la protección del sujetador. Cuando ellas se percataron por fin de mi presencia fue cuando sus grandes lindisimos ojos marrones se fijaron en mi, y eran tan bellos y expresivos que no pude por menos que sonrojarme de la efecto. Sus labios carnosos y de un rojo intenso le daban un alguien aspecto vicioso que su nariz línea y afilada contrarrestaba. Pues su barba afilada junto con su pelo largo, castaño y lacio le daban un aspecto serio y formal.
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