Palabras del autor Con Los lanzallamas finaliza la novela de Los siete locos. Escribí siempre en redacciones estrepitosas, acosado por la obligación de la columna cotidiana. Digo esto para estimular a los principiantes en la vocación, a quienes siempre les interesa el procedimiento técnico del novelista. Cuando se tiene algo que decir, se escribe en cualquier parte. Sobre una bobina de papel o en un cuarto infernal. Orgullosamente afirmo que escribir, para mí, constituye un lujo. No dispongo, como otros escritores, de rentas, tiempo o sedantes empleos nacionales. Ganarse la vida escribiendo es penoso y rudo.
Capítulo 1 «No debía hacer nada de mal gusto, advirtió al anciano Eguchi la mujer de la posada. No debía poner el dedo en la boca de la mujer dormida tampoco intentar nada parecido. Me acordé de Rosa Cabarcas, la dueña de una casa clandestina que solía avisar a sus buenos clientes cuando tenía una novedad disponible. Nunca sucumbí a ésa ni a ninguna de sus muchas tentaciones obscenas, pero ella no creía en la pureza de mis abecé. Era algo menor que yo, y no sabía de ella desde hacía tantos años que bien podía acaecer muerto. Ella suspiró: Ay, mi sabio triste, te desapareces veinte años y sólo vuelves para pedir imposibles. Recobró enseguida el dominio de su facultad y me ofreció una media docena de opciones deleitables, pero eso sí, todas usadas. Le insistí que no, que debía ser doncella y para esa misma noche. La inspiración no avisa, le dije.
Elena Gomez del Pozuelo Mientras escribo levante post, vienen a mi mente miles de pensamientos que no tienen carencia que ver con lo que estoy haciendo. Todos sabemos que una madama puede hacer bien varias cosas a la vez. Por ejemplo, puede estar hablando por teléfono al mismo tiempo que cocinando, escribiendo la lista de la compra y llamando a su hijo para que venga a cenar. En el mundo profesional, siempre he pensado: si tienes que encargar poco, pídeselo a una mujer ocupada. Lo primero a tener en cuenta son las grandes diferencias entre hombres y mujeres. Tanto en su forma de pensar como de actuar. Las mujeres son de ciclos, los hombres de consumo inmediato. Las mujeres visualizan las relaciones entre las cosas, ven los caminos a largo plazo. Los hombres quieren las cosas hechas inmediatamente, aquende y ahora.