El profesional argentino con ayuda de un videobeam, títeres, relatos de anécdotas, información de investigaciones y muchas bromas y apuntes humorísticos, les dejó muchas enseñanzas a las asistentes. El País escogió algunas de estas, para compartirlas con sus lectores: 1. Esta actitud es una disposición al placer, al disfrute, tanto de forma individual como compartida, pues el erotismo es algo que se puede vivir de diferentes maneras. Asumir una actitud erótica permite entender que no solo se disfruta de la sexualidad con penetración o con sexo oral, sino con el contacto piel a piel, con la participación de todos los cinco sentidos, con la creatividad. Autoestima y autonoconocimiento Para ser una diosa apasionada en la cama quiera su cuerpo, valórelo. No se acompleje por el gordito, la celulitis ni porque no tenga la figura perfecta. La mayoría de personas en el mundo no tienen cuerpos perfectos y muchas lo disfrutan o lo aprovechan. La mujer debe entender que, en general, el hombre no es un fiscal que esté mirando todo el tiempo los defectos que ella tiene. Eso es, en el fondo, lo que ellos valoran y disfrutan, no tanto un cuerpo perfecto.
De ello hemos charlado con la socióloga Marie-Carmen García, autora del libro ' Amours clandestines ' Ed. Pul , quien nos ha alumbrado sobre la naturaleza y durabilidad de los romances clandestinos. Estas y otras preguntas nos ha respondido la experta tras ahondar treinta casos. A través de mi investigación no puedo demostrar que la mayoría de los romances extramatimoniales se produzcan entre hombres casados y mujeres solteras, ya que no es un estudio cuantitativo.
Cómo hacer que un hombre se vuelva loco por mí Cómo hacer que un hombre se vuelva loco por mí Por Olivia Gracia. En unComo. SI, lo has leído bien. El ingrediente principal para enamorar a alguien, es ser uno mismo. Cuando nos referimos a ser uno mismo, significa no querer aparentar ser otra andoba, es decir, comportarte de una forma extravagante solo para gustar a algún. El físico no debe descuidarse jamás, independientemente de tu edad o condición. Cuando hablamos de belleza, no nos referimos al canon de belleza flagrante.